13 julio, 2014

Cómo encargar una ilustración




Nicole Almendrada - Ilustradora
Cada vez que una persona (o empresa) se ve en la necesidad de buscar un ilustrador/diseñador es porque tiene una idea en mente. Una idea que requiere de apoyo gráfico: un logo, una línea de imagen corporativa, una página web, una campaña publicitaria, etc. A veces las ideas no vienen tan claras o no están aún muy desarrolladas, ya que es el diseñador/ilustrador el que tiene más 'bagaje visual', y es quien mejor puede representar lo que el cliente tiene en mente. Pero esto también se transforma en una trampa, ya que hasta el día de hoy nadie ha podido crear un visor de lo que tenemos en la mente (que sería ideal). Así que intentar explicar tu idea y ser comprendido puede transformarse en un verdadero problema. Por eso, quiero compartir con ustedes algunos pasos prácticos a la hora de encargar (o recibir) un encargo de ilustración.

1. Profesional ideal
No todos los profesionales gráficos tienes los mismos conocimientos y las mismas fortalezas. Primero céntrate en lo que necesitas. ¿Necesitas una página web? entonces un diseñador que sepa sobre diseño web, programación (o trabaje en conjunto de un programador), te será útil. ¿Necesitas una línea de imagen corporativa o una campaña publicitaria? un ilustrador con buen sentido estético o cualquier diseñador con un buen portafolio puede hacerlo, ya que esto se hace con las herramientas básicas de área gráfica (Photoshop, Illustrator, Indesign..). ¿Necesitas la portada de un libro y sus ilustraciones interiores? busca un ilustrador que tenga un estilo de tu agrado. ¿un logo? Puede hacerlo tanto un ilustrador (que maneje bien conceptos) como un diseñador. Hoy en día hay varias empresas emergentes que te ofrecen variados servicios (como Evolgraf) que reúnen varios tipos de soluciones. Las opciones son muchas, por eso debemos partir del punto de ¿Qué quieres? y ¿A quién necesitas?

2. Estilo gráfico
Supongamos que necesitas un logo. Podemos partir de dos bases, la primera es que tú tengas una idea clara de lo que te gustaría que apareciera en el logo, y se lo propongas al profesional para que te guíe al respecto. Si así es, lo mejor que puedes es hablar directamente con el ilustrador/diseñador para que puedan hacer una lluvia de ideas, lo más probable es que el profesional te pida un par de días para presentarte dos o tres propuestas. Por otro lado, puede que sólo tengas el concepto en mente (por ejemplo: Ropa Juvenil), y no sepas cómo puede graficarse. No tienes idea de qué estilo gráfico te gusta más... ni qué quieres que aparezca en el logo. Para esto, lo más sabio es que vayas a lugares de referencia (si es que el profesional no te las provee). Un muy buen comienzo es mirar el portafolio del profesional que te interesa y buscar el estilo de dibujo o imagen que más parecido tiene a lo que buscas. Un segundo lugar para buscar son los bancos de imágenes, por ejemplo tenemos Logopond. Mirar campañas de marcas del mismo rubro también puede ayudarte, o si viste algo que te agradó (fotografía, publicidad, tumblr, en la decoración de un restorant...) hazlo saber. Siempre es mejor comenzar por algo claro, que dando tumbos intentando averiguar qué es lo que buscas. Una vez que esto esté claro, podrán a fluir las propuestas.

3. Decidirte por una propuesta
De todo lo que te ofrezcan debes quedarte con una propuesta. En mi experiencia ofrecer más de 3 propuestas es "marear la vista". Muchas veces se termina haciendo una especie de Frankenstein que termina por socavar la simplicidad inicial de un concepto. Por ello, cuando recibas las propuestas, piénsalo bien y decídete por el que más se apegue a tu objetivo. Muchas veces comprendemos mal un logo, un logo no tiene por qué ser tan Evidente. Una ilustración para un libro, sí, pues debe contar una historia. Un logo, por otro lado, tiene que transmitir un "aire", una impresión, de simpleza, complejidad, alegría, seriedad, o lo que sea que quiera reflejar la empresa. Una línea de imagen corporativa debe ir a tono con el logo y generar un "ambiente" que pueda extenderse hasta por cada detalle que la empresa proveerá a sus clientes (papelería, lápices, e-mails, etc.). Y una página web debe ser la casa donde ese "ambiente" se extenderá. Piensa que toda imagen o pieza gráfica transmite la "identidad" de tu empresa. Así que utilizando ese criterio, elige la que más se apegue a tu objetivo.

4. Pruebas de color / Modificaciones
Las propuestas iniciales no siempre traen el color definitivo, ni el "terminado" definitivo. Ya que son bosquejos de la idea. Por eso, una vez escogida la idea, se trabaja en las variaciones de color. Nuevamente: no es recomendable ver más de 3 propuestas. Y entre más distintas sean unas de otras mejor. Un diseñador puede estar varios minutos moviendo una letra unos milímetros más arriba o abajo, buscando la opción más efectiva. Pero la idea es que las propuestas a color ya tengan un concepto fuerte relacionado a la idea de identidad que se busca. Un color acorde. Cualquier modificación a partir de aquí debe ser limitada. Con esto quiero decir que no debiese volver a la etapa anterior y retomar una propuesta desechada, ya que esto significa pérdida de tiempo tanto para el profesional como para el cliente. En estricto rigor significa hacer el trabajo 'dos veces', y debe evitarse al máximo, ya que debiese convertirse en un sobrecargo en el valor final del encargo.

5. Entrega del encargo
Dependiendo de qué producto se trate, el profesional debe hacer entrega de los archivos necesarios para la utilización de la imagen. Por ejemplo, si es un logo, es recomendable solicitar el archivo ai. o eps. (vectorial rasterizado -no editable) que permitirá su libre redimensionamiento para cualquier formato (gigantografía, si se quiere). También el archivo en PNG (fondo transparente en baja calidad) y en JPG (imagen con fondo blanco de alta resolución). Todo esto para facilitar la utilización de la imagen de una sola vez y para todos los casos posibles (impresión, digital, envío, montaje, etc.).

Dependiendo del producto los pasos varían. Por ejemplo, el diseño de una página web requiere organización en cuanto a la "estructura" de la página, los menús, los links, las imágenes y la información. Además de la programación que lleva otro tiempo también. Es un trabajo mucho más complejo. Por otro lado, una línea de imagen corporativa puede incluir o no la manufacturación de los objetos a intervenir. El profesional puede ofrecerte los productos hechos, o sólo la imagen para que tú vayas donde tus propios proveedores. Y una campaña publicitaria involucra muchas reuniones, pruebas y equipo de personas que lo que una imagen, logo o diseño puede requerir.

Sobre los pagos, debes tener en cuenta que cada profesional tiene su método. Pero lo más recomendable es trabajar bajo el concepto de 50% al comienzo, 50% al escoger la propuesta definitiva. Además debes tener en cuenta el conversar con anterioridad sobre los acuerdos de privacidad. Tal vez como cliente esperas lanzar la nueva imagen en una fecha en específico, y no desees que salga a la luz tan pronto como el profesional quiera subirlo a su portafolio. Por eso, debes conversar esto desde un inicio.

Si tienes claros estos puntos conseguirás llevar tu proyecto adelante con mayor efectividad, que dando tumbos y retrocesos por una idea insegura. Siempre procura ir preparado para que los resultados sean lo más cercanos a lo que soñaste.

Hasta la próxima!


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